COMPAÑÍA:
Teatro de los Andes se fundó en agosto de 1991 por el dramaturgo, actor y director argentino César Brie, las actrices Naira González y María Teresa Dal Pero, y el productor e iluminador Giampaolo Nalli, entre otros creadores que llegaban con experiencias en la escena europea, con proyecciones escénicas que revolucionaron la escena boliviana. De Bolivia se sumarían Gonzalo Callejas y Lucas Achirico. A quince kilómetros de Sucre, en la zona rural de Yotala, el grupo construyó su sede. Según ha contado Guimarães de la primera época, que ella no vivió pero conoce, una parte del día la dedicaban al trabajo artístico y otro a construir un espacio para ensayar, investigar, crear y vivir. Con influencias de las enseñanzas de Eugenio Barba y el Odin Teatret, el grupo gestó una poética en la cual el vínculo de la imagen escénica con la presencia actoral resulta fundamental. Se ha estudiado la idea concebida desde inicios del colectivo, del actor-poeta como creador de la escena en diálogo con el director, un rasgo que enfatiza el carácter grupal y de creación colectiva defendido por Teatro de los Andes. “El director es uno más dentro del proceso creativo y no el dueño de ese proceso […] Creo en un teatro donde el actor es también un creador de poéticas y significados y no sólo un ejecutor de las ideas de otro”.[1]