COMPAÑÍA:
YUYACHKANI, palabra quechua que significa “estoy pensando, estoy recordando”, por lo mismo sus obras y su pedagogía están dirigidos y relacionados con la sociedad y la diversidad cultural peruana. Tomando como referencia dos fuentes esenciales: por un lado, los ritos, lo sagrado, el espacio andino; y por otro lado la herencia de la teatralidad universal tanto de oriente como de occidente. Provocar una introspección en el pasado que nos hace entender el presente e involucrando en un acto reflexivo y apasionante al espectador. Con 45 años de trayectoria ininterrumpida Yuyachkani ha forjado una sólida identidad y ha sabido integrarse al paso del tiempo combinando tradición y modernidad. En la actualidad está ampliamente reconocido en el campo pedagógico esencialmente como un centro de investigación de las tradiciones culturales peruanas y latinoamericanas y un laboratorio permanente de formación y desarrollo del arte del actor y los lenguajes escénicos sin fronteras. Desde sus inicios en el año 1971 sus integrantes han venido desarrollando una metodología propia en temas como la Voz, Máscara, Ritmo, Dramaturgia, Entrenamiento, Uso del Objeto, entre otros. Lo que los ha llevado a crear Demostraciones, Desmontajes y Talleres que han compartido y realizado en casi todas las ciudades del interior del Perú, así como en Encuentros y Festivales del Ecuador, Chile, Colombia, Bolivia, Argentina, Brasil, Venezuela, Costa Rica, México, Guatemala, Nicaragua, Puerto Rico, Cuba, Estados Unidos, España, Estonia, Holanda, Alemania, Italia, Dinamarca, China, entre otros países. En el campo social ha orientado su acción en torno a un objetivo principal: contribuir al desarrollo y fortalecimiento de la memoria ciudadana para propiciar una vida con derechos y oportunidades para todos. Con énfasis sobre la memoria y su constante mantenimiento, revalorización y revisión.
OBRA:
Ana correa comparte su proceso creativo con los espectadores en dialogo constante con sus personajes creados en las obras de yuyachkani, en especial aquellos surgidos en los montajes creados en el periodo de la violencia política.
Ana se expone como persona y personaje de su propia obra, confesiones nos conecta con una actriz que asume el teatro como forma de vida, por tanto, podemos ver la fusión de s condición de mujer, madre, ciudadana y actriz, donde la presencia y el personaje se instala en una delgada línea de frontera entre la ficción y la realidad.